Días Azules desde los Océanos

Están celestes los días. Celestes de frío.
Y las calles están celestes. Celestes de frío.
Celestes brillan las horas. Celestes y húmedas juguetean.

Con un cielo que no termina.
Un plácido dolor.
Un hueco que deja pregunta.
Un ribetear de un retal añil
que vuela atado a su traje.

La golondrina está sujeta al cielo
y parece marioneta.
La mosca está sujeta al cielo.
y parece fantoche.
Sobre el celeste.

¡Y qué pesar más celeste el que llevo!
Que afirma azuladas y terribles dudas
nacidas en tiempos más índigos.
Si la lluvia es lapislázuli desde la ventana.

Y en esos momentos me siento poco músico.
!Y qué celeste más azulón el que tengo!
Que duerme en el fondo del alma y
despierta. Recordando el pasado marino.

Llenar mis bolsillos de piedras.
Sueño.
Sumergirme en el océano y hundirme en sus
añiles abismos. Donde desde las profundidades
del mundo las cosas son bien celestes.



Están celestes los días. Celestes de frío.
Y las calles están celestes. Celestes de frío.
Y yo desde lo insondable
pienso:
que poco músico que soy
que poca música que tengo.

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