Yo Nunca

Säens le rozó las manos a "X" y creyó que el roce fue un eterno. Grey escribió sobre ello, pero siempre que lo intentó le salieron ripios. El sentimiento aún era cálido y latente, solo podía transportarlo Säens con su viola. Se le rompieron los dedos de tocar cadencias y finales para ellos dos. Pero sin saberlo, Säens solo había sentido un pálpito, nada más. Qué angustia sintió cuando de tanto buscar a "X" por las calles solo encontró silencio, qué pequeño que le hizo sentir a Neige con su búsqueda devastadora de amor...

Sobre eso Grey si escribió y reflexionó, he hizo sentir a Neige racional y objetivo, le enseñó que "X" era un imposible y por los imposibles no se pelea. Al final Neige se consiguió con el tiempo calmar. Pero en las noches más oscuras Säens todavía recordaba el tacto cálido y dulce de "X" y se decía a si mismo, o mejor dicho le decía a Neige "Yo nunca me rindo".

1 comentario:

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muchas gracias por comentar